Yoga para la ansiedad y la depresión

Múltiples estudios confirman lo que practicantes de yoga ya saben: ya sea que estemos lidiando con una situación de estrés agudo, ansiedad o depresión, el yoga puede ser una herramienta poderosa para calmar nuestro sistema nervioso. 

Entre otros te nombramos algunos beneficios de la practica:

  • Disminuye la tensión y promueve la relajación. En tiempos de alto estrés y ansiedad, nuestros cuerpos tienden a contraerse. Comenzamos a mantener la tensión en nuestros hombros, cuellos, mandíbulas o en otros lugares. La tensión muscular excesiva puede alimentar nuestras mentes y perpetuar la sensación de inquietud. Cuando experimentamos los beneficios de relajación del yoga, podemos reducir nuestra tensión física, lo que ayuda a liberar el control que la ansiedad puede tener sobre nosotros. 
  • Nos ayuda a regular la respiración. Nuestra respiración está íntimamente conectada a nuestro sistema nervioso. Cuando estamos ansiosos, tendemos a tomar respiraciones rápidas y superficiales, o incluso podríamos contener la respiración inconscientemente y luego tomar grandes respiraciones. Cuando desaceleramos y profundizamos nuestra respiración, calmamos el sistema nervioso. El yoga puede enseñarnos a respirar con conciencia y a usar la respiración para movernos a través de posturas desafiantes. 
  • Aumenta la conciencia corporal. Además del efecto relajante que te percibimos, con la practica aprendemos a tomar mayor conciencia de nuestros cuerpos y lograr así reducir aún más nuestra tensión física y el estrés fuera del mat. 
  • Interrumpe los ciclos de preocupación. Todos hemos tenido la experiencia de quedarnos atrapados en nuestras cabezas, y las preocupaciones crónicas pueden ser agotadoras. Cuando pisamos nuestra colchoneta de yoga, tenemos la oportunidad de salir de ese modo de pensar. El yoga nos da la oportunidad de practicar dejar de lado las preocupaciones y volver a nuestros cuerpos y respirar, una y otra vez. 
  • Hacer yoga demuestra autocompasión. Cuando estamos estresados ​​y ocupados, es fácil dejar de hacer cosas que son buenas para nosotros, como hacer ejercicio, dormir lo suficiente y comer bien. Cuando tomamos 20 o 30 minutos para hacer algo para nutrir nuestro cuerpo y mente, como practicar yoga, nos tratamos como alguien de quien vale la pena cuidar. 
  • Fomenta la auto-aceptación. La práctica se basa en la aceptación. En el yoga no se compite con nadie. Aceptamos nuestros cuerpos, habilidades y límites tal como son. Es importante destacar que la aceptación no tiene que significar resignación al estancamiento. Debemos tener una intención hacia el crecimiento.
  • Nos entrena para aceptar las molestias. La permanecía en las posturas nos obliga a asumir la incomodidad y huir de ella sino aceptarla, abrazarla, respirar profundo y saber que ya pasará.

El yoga es para todos

Muchos piensan que la practica no es para ell@s porque no son lo suficientemente flexibles o no tiene la paciencia para meditar. Son estas personas los que más necesitan y se beneficiarían de esta práctica.

Existen muchos tipos de práctica de yoga, algunas son demasiado intensas y no apropiadas para todos. En particular, los pacientes de edad avanzada o aquellos con problemas de movilidad pueden consultar primero con un médico antes de elegir el yoga como opción de tratamiento.

Pero para muchos pacientes que padecen depresión, ansiedad o estrés, el yoga puede ser una forma muy atractiva de controlar mejor los síntomas. De hecho, hay muchos estudios científicos que demuestran una mejora en la salud mental y física no solo están estrechamente relacionadas, sino que son esencialmente equivalentes. Las evidencias demuestran que la práctica del yoga es un enfoque muy atractivo y de bajo riesgo para mejorar la salud en general.