Yoga & la Luna

Cada fase lunar influye en nuestra energía, emociones, y bienestar general. Alinear nuestra práctica a estas fases es una forma constante de vivir en el presente y desarrollar el desapego más allá de las posturas físicas.

Sumergite en la conexión profunda entre el yoga y los ciclos lunares. Aprendé a ajustar tu práctica según las fases de la luna para armonizar tu cuerpo, mente y espíritu.

LUNA NUEVA / Renovación y Comienzos

Es la etapa en la que el satélite natural de la Tierra pierde su luz completamente, resultando en noches notoriamente más oscuras.

En la Luna Nueva, canaliza la energía disponible para establecer tus intenciones y comenzar nuevos ciclos.

Durante este periodo, es posible que nuestro cuerpo no esté completamente receptivo a actividades físicas intensas. Se suele decir que en este lapso, nuestras articulaciones y ligamentos pueden experimentar una menor hidratación, lo que afecta nuestra capacidad de flexibilidad.

En esta fase, se aconseja realizar secuencias suaves que requieran una atención especial en el cuerpo, como el yoga restaurativo, y también incorporar la práctica de la meditación.

POSTURAS RECOMENDADAS 

Postura del Niño (Balasana): Esta postura fomenta la introspección y la renovación. Siéntate en tus talones, estira los brazos hacia adelante y baja tu torso hacia el suelo, conectándote con la tierra.

Postura de la Montaña (Tadasana): Inicia con una base sólida. Mantén los pies juntos, brazos a los lados, y siente la energía ascendente mientras te conectas con nuevas intenciones.

LUNA CRECIENTE / Crecimiento y Fortaleza

En esta fase, la luna comienza gradualmente a recuperar su luminosidad, creando un escenario propicio para cultivar hábitos y traducir en acciones concretas las intenciones sembradas durante la Luna Nueva.

Durante el período de Luna Creciente, fortalece tu cuerpo y mente mediante posturas que estimulen el crecimiento. Incluye en tu práctica secuencias dinámicas para avivar tu energía vital.

POSTURAS RECOMENDADAS 

Guerrero I (Virabhadrasana I): Alza tus brazos hacia el cielo en esta postura que simboliza el crecimiento. Con un pie adelante y otro atrás, siente la fuerza interior crecer con cada inhalación.

Árbol (Vrksasana): Estabilidad y crecimiento se encuentran en el Árbol. Eleva una pierna y colócala en el muslo opuesto mientras mantienes el equilibrio, representando tu crecimiento constante.

LUNA LLENA / Iluminación y Plenitud

En esta fase, la luna ha alcanzado su máxima luminosidad, desplegando su resplandor más intenso. Del mismo modo, la energía circundante se encuentra en su apogeo, elevando nuestra prana (energía vital) a su máxima capacidad.

Aunque experimentemos una mayor flexibilidad física, es posible que nos sintamos emocionalmente abrumados. En consecuencia, se desaconseja la práctica de posturas de yoga físicamente exigentes, ya que podríamos excedernos en niveles fuera de nuestro control y correr el riesgo de lesiones.

Sumergite en la energía plena de la Luna Llena a través de posturas que fomenten la apertura y la reflexión. Incorpora la meditación para iluminar tu mente y sumergirte en la plenitud del momento.

POSTURAS RECOMENDADAS 

Postura del Guerrero II (Virabhadrasana II): Expande tus brazos en esta postura que te conecta con la plenitud de la Luna Llena. Mira hacia el horizonte y siente la iluminación interior.

Postura del Camello (Ustrasana): Abre tu corazón hacia la luna llena. Arquea tu espalda hacia atrás, permitiendo que la luz lunar llene tu ser.

LUNA MENGUANTE / Liberación y Desapego

La etapa menguante es reconocida como el período en el cual la luminosidad de la luna comienza a disminuir gradualmente, y va oscureciendo poco a poco. Por lo tanto, se presenta como un momento propicio para llevar a cabo actividades destinadas a purificar, soltar o limpiar.

Durante la fase de Luna Menguante, sumergite en posturas que fomenten la liberación y el desapego. Libérate de lo que ya no te beneficia, abriendo espacio para nuevas experiencias.

POSTURAS RECOMENDADAS 

Postura del Perro Boca Abajo (Adho Mukha Svanasana): En esta postura, deja que la gravedad te ayude a soltar tensiones. Libera cualquier peso emocional mientras dejas caer tu cabeza hacia abajo.

Postura del Pez (Matsyasana): Arquea tu espalda y abre tu pecho hacia el cielo, representando la liberación de energías atrapadas. Siéntete libre de soltar y dejar ir.

ECLIPSES

Otro evento cósmico digno de mención son los eclipses, ya sean lunares o solares. En ambos casos, los eclipses simbolizan un período de cierre de ciclos o grandes conclusiones. Por lo tanto, es un momento crucial para dedicarse a la meditación y buscar conexiones más espirituales. Se recomienda evitar alimentos pesados, mantenerse hidratado y evitar impulsos repentinos durante estos eventos celestiales.

Como observamos, todo en el universo está interconectado; no somos seres aislados. En consecuencia, nos vemos influenciados por los fenómenos que tienen lugar tanto en los cuerpos celestes dentro del planeta como en aquellos que están fuera de él.

Es esencial desarrollar la capacidad de permanecer en el presente más allá de la práctica postural.

¡Disfruta de tu práctica y que la luz de la luna guíe tu camino hacia el equilibrio y la serenidad!