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Que estés leyendo esto quiere decir que estás a punto de comenzar tu práctica o que estás practicando yoga y decidiste ir por todo. Entonces, primero que nada, ¡te celebro y celebro el arrojo de escuchar tu cuerpo!
Antes de comentarte algunas de las sugerencias que me han servido de guía a la hora de elegir una mat, me quiero tomar el tiempo para confirmarte que es importante que cuentes con tu propio mat, aunque el estudio de yoga al que vayas te preste, tener la tuya personal colabora en tu experiencia. Vas a poder llevar tu practica a otro nivel porque es específicamente para vos, además de ser mucho más higiénico!
Te aseguro que vas a vivenciar una experiencia confortable, segura y estable.
Bueno, vamos a por ello!
En mi caso lo primero que veo antes de mirar grosores y diseños, es el material y el proceso que tiene hasta llegar a casa, ya que quiero y elijo comprar algo que sea amigable con el medio ambiente.
Con esto quiero decir que una mat sostenible no sólo depende del material, y aunque sea un gran punto a favor, también sugiero ver el detrás de escena, como sabemos, tenemos que considerar el impacto del proceso de fabricación, la cantidad de agua usada y el compromiso real de la empresa con lo sustentable y ecológico.
Otro punto a tener en cuenta en el área de sustentabilidad es que la esterilla sea de calidad, esto garantiza que dure muchos años, por lo tanto, nos aseguramos que no se va a romper ni a desgranar en el corto plazo, es decir que no va a ser parte de tu basura por mucho tiempo. Mi compromiso -y espero que el tuyo también- es evitar consumir y financiar productos de un solo uso que contaminen al no tener un tratamiento específico para ser reciclados y claramente tampoco son biodegradables.
Una vez que me aseguro de que cumpla con la sustentabilidad, paso a ver que textura tiene. Puede ser más o menos rugosa o lisa, pero de todo lo importante es que sea antislip. Es uno de los criterios más importantes para que te sientas confortable en cada asana. Si aún no pasaste por una mat donde se te resbalaban las manos, créeme que no queres pasarlo. Es sumamente incómodo y bastante peligroso porque terminas tensionando tu cuerpo para “aguantar” la postura.
Resuelto el tema de la textura, vamos a observar el grosor de nuestra tan querida mat, y esto permitime decirte que va a depender muchísimo del tipo de práctica que tengas. El grosor de la esterilla de yoga varía según para qué la necesitas.
Las esterillas de 1mm, por ejemplo la trotamundo, es para viajar, porque no ocupa espacio en la valija. Lo cual amo, cuando me fui de vacaciones me acompañó sin traer el dolor de espalda por subir a la montaña con 4 kg en el trapecio, pero atenti que no la recomendaría para sostener una práctica regular.
Luego están las de 3 a 5 mm que tienen un grosor estándar.
En mi caso, para mi practica personal utilizo una que tiene 3.5mm de espesor de la línea inspiración de Sukha y para mi practica de ashtanga, utilizo la línea superior que tiene 5 mm de espesor y es una delicia.
De hecho, déjenme comentarles que las mats con 5 mm, son consideradas específicas para prácticas dinámicas que incluyan vinyasas para amortiguar los saltos. Para el ashtanga yoga es una excelente opción.
Para finalizar vamos a una de las partes que menos tenemos en cuenta cuando elegimos una mat ¡el peso! algo ya les adelanté algunos párrafos arriba. Sumamente importante saber cuánto vamos a tener que trasladar nuestra mat. A veces, este punto no influye tanto porque en el estudio que practicamos nos dejan guardar la mat directamente ahí y ¡chapó! Pero, cuando no sucede, puede ser un gran incordio. Créeme que trasladarte con mucho peso en la espalda, no es el mejor plan.
Espero que estas sugerencias, sirvan de guía a la hora de elegir tu primera mat, para mí ha sido un honor compartir lo he tenido en cuenta a la hora de elegir las mías.
Autora: Valentina Ferrero @ferrerovali
