Mucho más que plantar un árbol: plantar una idea

¿Por qué desde SUKHA elegimos el camino de la reforestación?

Elegir qué camino tomar no siempre es fácil. Porque cuando tomamos una decisión, siempre estamos resignando otra cosa. Pero también, es verdad que ese camino que elegimos, nos compromete en cada paso con nuestra decisión.

SUKHA nació de un viaje a la India donde nos transformamos personal y profesionalmente.

Un encuentro con nuestro propósito: hacer un mundo mejor y más consciente a través del yoga.

Izquierda: Pilar, CEO de Sukha, durante su viaje a la India. // Derecha: Reforestación en Bariloche, organizada x @circuito_verde.

El primer paso fue pensar en hacer productos amigables con el planeta, de excelente calidad, pero 100% libres de plástico y hechos de materiales naturales. Una innovación en lo que respecta a los típicos mats de PVC.

Pero enseguida supimos que podíamos apostar a más y aparecieron miles de preguntas:

¿Es esto suficiente? ¿Podemos hacer algo más? ¿Cómo dejamos una huella concreta en esta, nuestra casa, el planeta tierra?

Hoy el camino que elegimos recorrer tiene un poco más de claridad: Por cada mat vendido, plantamos un árbol.

Y ese compromiso, es hoy un motor en todo lo que hacemos.

Foto @gregocampi

La deforestación es una práctica que tiene graves consecuencias sobre el entorno natural, pero también sobre la vida del ecosistema. Cuando los árboles se pierden, aumentan los niveles de dióxido de carbono que hay en la atmósfera. Es así como se producen el efecto invernadero y el aumento de las temperaturas.

La reforestación es un camino concreto para colaborar con la crisis climática que estamos enfrentando, pero también es una forma de generar comunidad entre todos quienes formamos y confiamos en la propuesta de SUKHA.

Plantando árboles, podemos compensar nuestra huella de carbono y combatir el cambio climático.

Equipo SUKHA participando de la reforestación en Cholila, organizada por @Reforestarg

Hoy, en el día del árbol, les compartimos 5 motivos por los cuales plantar un árbol, es también defender un estilo de vida y un mundo en el que queremos vivir.

1.   Proteger la tierra

Los bosques protegen al suelo de las intensas lluvias previniendo la erosión hídrica. Cuando no hay cobertura para interceptar las gotas de lluvia, estas impactan violentamente sobre el suelo desnudo generando la desagregación de  partículas que luego son transportadas a zonas más bajas o a cuerpos de agua.

 De esta manera se pierden los suelos y se corre el riesgo de que los bosques se conviertan en desiertos. Cada día que pasa toneladas de suelo se desprenden de su sitio original. Sin suelo, la capacidad de regeneración del bosque baja notablemente.

2.   Proteger el agua

¿Por qué plantar árboles para cuidar el agua?

. Porque la lluvia puede caer solo cuando el agua de la atmosfera se condensa en gotas, y los árboles emiten pequeñas partículas como el polen que facilitan este proceso al proporcionar superficies para que el agua se condense.

. Porque reponen la concentración de vapor de agua de la atmósfera. Extraen agua a través de sus raíces y la liberan por medio de sus hojas a través de la transpiración.

. Porque aportan al recargo de las aguas subterráneas generando las condiciones óptimas para que el agua se infiltre a través del suelo.

. Porque enfrían la superficie terrestre. Y no solo mediante la provisión de sombra, el agua que transpiran también enfría el aire a su alrededor.

3.   Compensar la huella de carbono

La mayoría de nuestras actividades liberan carbono u otros gases a la atmósfera, que aceleran el calentamiento global. Los árboles pueden captar estos gases y almacenarlos en sus hojas, troncos y raíces.

Gracias al proceso de fotosíntesis, los árboles son capaces de absorber CO2 de la atmósfera y expulsan como desecho el oxígeno que necesitamos para vivir. De esta manera, los árboles actúan como sumideros naturales de carbono gracias a su capacidad de absorción de este gas, que necesitan para crecer.

4.   Frenar las especies exóticas

Las especies exóticas son aquellas introducidas fuera de su área de distribución original. No tienen relaciones evolutivas con las especies con las que se encuentran en su nuevo territorio y pueden ocasionar fuertes problemas transmitiendo enfermedades desconocidas, compitiendo o depredando a las especies nativas.

5.   Conservar la biodiversidad

Los bosques son hábitat de millones de especies. Huemules, pudús, carpinteros gigantes, hongos, bacterias y todo tipo de plantas coexisten en el delicado equilibrio que genera un bosque. La fragmentación de los bosques está dejando a miles de especies sin hábitat. Para pasar de un sitio a otro, los animales necesitan una conexión. Si no pueden ir a reproducirse, no lo hacen. Y una especie que no se reproduce, se extingue.

​Eso le pasa a los animales cuando eliminamos una parte de su hábitat.

Fuente: Reforestar Argentina