Uso de elementos en el sistema Iyengar

La impermanencia. Un concepto que atraviesa a la filosofía oriental y también a nuestros cuerpos. Hay momentos de mayor rigidez, otros de laxitud, molestias puntuales, problemas orgánicos, post-operatorios, limitaciones que surgen con la edad, lesiones y todos los cambios que atraviesa el cuerpo femenino durante embarazo, parto y post-parto. A veces se trata simplemente de la necesidad de percibir algún efecto particular en cierta postura. 

Es ahí cuando entran en escena los elementos o props, para acompañar las necesidades del cuerpo. Cintos, bloques, mantas, bolsters, sillas, kuruntas y hasta “mobiliario” diseñado específicamente para la práctica, forman parte del kit de herramientas base de cualquier sala de Yoga Iyengar.

Esto permite que una misma clase, se pueda integrar a personas de distintas edades, con diversos temas de salud, lesiones físicas, estadíos hormonales y maternos. Incorporando elementos y buscando variantes que se ajustan específicamente a cada uno, B.K.S. Iyengar democratizó el yoga, habilitando la posibilidad de la práctica de yoga a personas con todo tipo de posibilidades.

Algo de historia:

La búsqueda surge de la propia exploración de B.K.S. Iyengar:

“Yo estaba preocupado probando diversas maneras de mejorar y perfeccionar mi propia práctica. Juntaba piedras y ladrillos tirados en la ruta y los utilizaba como soportes y pesas…”

La propuesta inicial no tenía nada que ver con los elementos depurados y sofisticados que vemos hoy en día en las salas. Se cuenta que, en su humilde hogar, Iyengar utilizaba lo que tenía a mano para trabajar en la práctica: las ollas de la cocina, la mesa familiar, las rejas de la ventana. Eran objetos de uso diario que resignificaban su función para la práctica.

La idea se fue sistematizando y luego se comenzaron a utilizar materiales económicos y accesibles para reproducir estos objetos: bloques de madera, cintas de cortina, sogas náuticas, almohadones compactos. Hoy día en el Rimyi (el Centro de yoga fundado por la familia Iyengar), los asistentes aún utilizan las rejas de la ventana a modo de espaldar.

Christian Pisano agrega:

“Los soportes (elementos o props) nos permiten desplegar el espacio de un asana y familiarizarnos con ciertos asanas, que de otra forma podrían ser demasiado difíciles de practicar. Los props nos permiten permanecer más tiempo en un asana, permitiendo así penetrar más profundamente en las inexploradas regiones corporales.”

Pero a no confundirnos: los props no son una muleta, su uso no debería ser una opción fija, porque limita la evolución de la práctica. Son un recurso, una herramienta para alcanzar cierto efecto, mejorar la precisión, la alineación, la permanencia y la estabilidad (todas bases del sistema). El practicante no debería volverse dependiente de este recurso porque estancaría su proceso. ¿Puede uno volverse dependiente de un elemento y eso limitar su evolución? Claro! Nos pasa a todos. Habrá entonces que trabajar activamente el desapego.

“Los props no son una muleta, son una herramienta para lograr un efecto específico, mejorar la precisión, la alineación, la permanencia y la estabilidad.”

Colocación de los elementos:

Cuando nos sentamos sobre una manta mal plegada no da lo mismo que un isquión quede más arriba que el otro. Acá nos ponemos más virginianos que nunca y observamos hasta el mínimo detalle en el armado para que los props no termine jugándonos en contra. El Iyengar hila fino en ese sentido y como diría mi maestra “es un trabajo quirúrgico”, siempre se puede ajustar, ser más preciso, calar más hondo. Por eso es tan importante la minuciosidad con la que se ubican los elementos. 

Tipos de uso:

Las variantes de uso son infinitas y se adaptan a las necesidades de cada uno en ese momento específico. Una lesión en la rodilla, nos pedirá armar Virasana con mayor altura en isquiones. Pueden ser uno o dos tacos, incluso un bolster para elevar isquiones y así no exigir esa articulación. Todo depende del practicante.


ALGUNOS EJEMPLOS:

.Posturas de pie: Trikonasana, Parsvottanasana (fotos). Bloques para elevar manos y así mantener la extensión de los laterales del tronco.

.Para abrir el cuerpo: Supta Padangusthasana III con cinto, cuando las manos no llegan al pie y así no perder extensión y alineación de piernas y tronco. Soporte de pierna externa sobre bloque para que el tronco no pierda alineación.

.Posturas de sentado: Yoga mudrasana en Swastikasana con bloques y mantas sobre isquiones para no perder extensión lumbar.

.Extensiones hacia adelante: Paschimottansana con cintos a manos para mantener la extensión y penetración del tronco y manta para elevar altura en isquiones y flexionar desde caderas y no desde lumbares.

.Torsiones: Ardha Matsyendrasana con bolster y mano a bloque para mantener lumbares extendidas.

.Inversiones: Adho Mukha Vrksasana con cinto para contener codos y facilitar el sostén en las primeras etapas de práctica de la postura.
 

Restaurativas: Setu Bandha con bolster, bloque para pies y cinto en muslos.

Savasana: con manta cabeza, bolster a rodillas.

BIBLIOGRAFÍA:

Props para yoga, Volumen I: asanas de pie. Eyal Shifroni

La esencia del yoga – Volumen I. BKS iyengar. Editorial Kairós.

Autora: Tofu Giandinoto, profesora certificada método Iyengar @tofuyelyoga